lunes, 19 de octubre de 2009

A dos velas

Hola familia!
Aquí estoy otra vez, con buen ánimo para daros un poco mais la paliza... jejjejje.
La bicicleta aun sigue con todo el barro del camino, lo que dicho de otra forma, que no la he cogido todavía desde que volvimos de Compostela. Pobrecita. La he prometido que antes de que acabe octubre la voy a bañar y a perfumar, para que este bonita, aunque no le he dicho aun lo que le espera cuando eso suceda.
Lo que iba a contaros hoy es que el otro día, aceptando una invitación del amigo Juankar, me fui a navegar por esos mares de Dios... bueno, por estos mares, porque hicimos una travesía por aquí cerquita.
Después de darle la paliza durante unos cuantos meses, (los que me conozcáis bien, ya sabéis lo cansino que puedo llegar a ser :-), al final el tío no pudo mas y "le obligué para que voluntariamente" me invitase a pasar el día navegando en su velero, un Beneteau 22 (creo que se llama así).
El día amaneció feo, feo. Toda la noche anterior lloviendo y por la mañana igual. Eran las ocho y yo ya estaba preparado con ganas de salir, hiciese el tiempo que hiciese. Así que desayuné, agarré el tabardo, la gorra, la pipa, las katiuskas y salí pitando.
Como estaba esperando a que me llamase Juankar para decirme que lo mejor sería dejarlo para otro día, me adelanté y para cuando me quiso llamar, yo ya estaba llegando al puerto (es que cuando me empeño....) así que no le quedó mas remedio que acercarse hasta allí, aunque solo fuese para tomar un café.
Ya en el puerto esperamos a Javi y tras un amaiketako dentro de la cabina del Itsasaldi, después de ver que el día se abría un poco y de que el "As de guia" se hacia a la mar, decidimos hacer lo mismo, así que sobre las doce del mediodía encendimos el motor, largamos amarras y zarpamos del pantalán con rumbo a la bocana del puerto. (joder la de vocabulario que he aprendido!).
Nada mas virar a la salida del puerto de Getxo izamos la mayor y el foque, apagamos el motor y comenzó la diversión.
Con buen viento aproamos hacia Castro y fuimos navegando con un viento de unos 12 nudos a una velocidad de aproximadamente 4, 4,5 nudos, ciñendo lo suficiente para sentir como el barco se escoraba ora hacia babor, ora hacia estribor según la bordada.
Echamos las cañas y nos entro un pez y todo... un atún pequeñito o algo así dijo Juankar... nosequé del atlántico, que por cierto ya di cuenta de el en casa.
Es una delicia navegar a vela, únicamente escuchando el sonido de las olas contra el casco del barco, el viento contra las velas... bueno, bueno, como diría Yolanda.... una cosa terrible!.
Al llegar a Castro, entramos en el puerto pero sin mas, únicamente para ver los barcos allí fondeados, así que viramos y pusimos rumbo hacia el Abra.
Ahora el viento lo teníamos de popa, así que envegábamos un poco mas rápido y también mas rectos, porque no teníamos que hacer las bordadas de la ida.
Para eso de las seis y media o así estábamos de regreso en el puerto de Getxo.
Que bien, que gozada! Es muy bonito navegar.
Yo, que soy como un niño y me encapricho pronto... ¡¡¡¡quiero un barco!!!!.
Eche algo en falta. Mi maquina de fotos!!! Estuve haciendo lo que pude con el teléfono móvil.
Con las fotos y vídeos que fui grabando he montado esta peliculilla. Tiene muy poquísima calidad y casi que me da un poco de vergüenza enseñaros.... ¡¡¡que noooooo, que no me da ni pizca de vergüenza!!!!. He hecho lo que he podido.
Bueno, Juankar. Me ha gustado muchisimo navegar contigo y te estaré siempre agradecido por haberme invitado. Ahora que.... la peliculita ha quedado un poco pobre... mmmmmm... y un día de estos me devuelven mi camara ya reparada mmmmm.... y tendré que probarla....mmmmm, no se que te parecerá a ti... mmmm todavía me queda queso y cerveza.... ;-).