Qué camino, qué bonito!!!

Hola Gente seguidora de los dosenviados!!!!
Aquí estamos, bicicleteando por el norte. Ya hemos llegado a San Vicente de la Barquera. Desde que salimos el miercoles de Irún, nos ha salido sirimiri, niebla, calor, lluvia y ahora llevamos dos días con un tiempo muy bueno. Hoy, incluso nos hemos bañado en Comillas. Como dice el amiguete que nos acompaña desde Bilbao, un luuuujo!
Estamos estupendamente, con mucho ánimo y descubriendo el norte sobre las dos ruedas, que por supuesto es otra forma de hacerlo.... yo diría que mucho más bonita.
La primera etapa la hicimos hasta Deba. Dura, durísima. Es todo un sube y baja pero con inclinaciones del tropecientos por cien y hay que tirar de la bici pero desde el suelo porque si no no hay forma.
El paisaje es precioso y no hemos parado de atravesar bosques y al salir monte y mar. Precioso.
Para acabar esa etapa no había sitio en el albergue, así que nos llevó una chica muy simpática hasta Lastur en su furgoneta (un saludo Maitane), que es el lugar en el que ella tiene el albergue. Un lugar, como ella decía, en la Guipuzkoa profunda, entre montañas. Cenamos en la taberna del pueblo, que no había más y lo hicimos, para celebrarlo, con un par de botellitas de sidra.... así, para empezar con buen pie el camino.

La siguiente etapa la hemos hecho hasta Lezama. Igual de dura que la anterior. Teníamos intención de celebrar la segunda etapa en Gernika, con una buena alubiada, pero se nos complicó el día con tanta cuesta hacia arriba (las de hacia abajo las llevamos bien) y llegamos a Gernika a las cuatro y pico, así que lo celebramos con un buen bokata de jamón del Sabeco y unas cervecitas.
Llegamos a Lezama un poco tarde, más bien los últimos. Tenía intención de hacerle una visita a Paul, mi sobrino (Hola Paul!!!!) pero la verdad es que andaba un poco flojo de fuerzas. Ya estaremos y te cuento de primera mano.
El día siguiente hicimos la etapa desde Lezama hasta Castro. Nos llovió un buen tramo desde Ortuella hasta Cobarón.
Antes, al llegar a Bilbao, pasamos por delante del albergue donde trabaja Belén, que es mi sobrina del alma. Allí, como bien ha dicho ella en un comentario, le dimos la sorpresa y nos hicimos alguna que otra foto. ¡¡Un besazo sobrina!!.



Allí le dejé mi cámara de fotos. Qué mala suerte! Un año me la roban, otro se me estroea... En fin, menos mal que siempre está Felipe con otra en la recámara. (ya se la he robado... jejejjejej).

Entre Lezama y Cobarón hemos conocido a unos alemanes que nos han acompañado hasta Castro y un poco más. Se unían a nosostros y nos esperaban en las paradas para que les guiáramos... Así es el camino.
Tambien hemos conocido a un chico argentino antes de llegar a Ontón, y con él estamos desde entonces. Os cuento el encuentro (vaya pareado). Ibamos tan campantes desde Cobarón hasta Ontón y de repente, por detrás se acerca un bicicletero hablando por teléfono y que, justo al pasar junto a nosotros, adelantándonos, iba comentando con su interlocutora.... "...hasta ahora no he visto a nadie en bicicleta haciendo el camino, son los primeros que veo...", entonces es cuando le decimos "... joder, claro!! a esa velocidad como vas a ver a nadie!!!" Desde entonces vamos viajando con él. Cosas del camino.
Ese día acabamos en Castro Urdiales, en el albergue que hay detrás de la Plaza de Toros. Está bien pero es muy pequeñito y allí nos juntamos mucha gente. Que se le va a hacer.

El día siguiente fuimos desde Castro hasta Santander y cruzando en barca desde Laredo a Santoña y luego de Somo a Santander. Impresionante. Ah, y se me había olvidado que tambien cruzamos desde Pasajes de San Pedro en barca!













Hoy, hemos llegado hasta San Vicente de la Barquera. Ha sido una etapa muy bonita. Aquí en Cantabria es todo verde y azul, menos las vacas que son como todas, negras y blancas. Hasta hemos visto una "vacatoro" o era un toro travesti, no lo sabemos muy bien.
Todo verde, con carreteritas estrechitas, sube y baja, el mar bien cerquita.... el olor del campo... bueno, bueno, bueno!



Ahora estamos en el albergue de San Vicente de la Barquera y ya estamos fuera de tiempo, porque tendríamos que estar en la cama desde las diez y media y son ya las oonce. Como nos vea el hospitalero nos abronca.
Nos ha dado de cenar a veintitantos peregrinos que estamos hoy aquí. Una mesa larga y gente de todas partes del mundo... a ver si me acuerdo: canadienses, frances, italiano, alemanes, ecuatoriana, una chica de madagascar, (que no se como se dice) una malagueña, cuatro de bilbao (o alrededores) y el argentino que nos acompaña. Ah, que no he dicho que se llama Pablo.
La verdad es que ha sido curioso tanta gente extraña y que nos hemos reido intentando contarnos cosas, aunque no nos entendamos!!.



Bueno, pues entonces, mañana pensamos llegar hasta Ribadesella y un poco más, hasta un sitio que se llama San Esteban.
A ver si conseguimos por allí ordenador y seguimos contando cosas, de las nuevas y de las que no he contado ahora.
Besos a todos.